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Cuatro ideas para que sus estudiantes regulen sus emociones

Cuatro ideas para que sus estudiantes regulen sus emociones

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Por:
Andrea Bustamante

Hace varios años tuve la oportunidad de observar clases de primaria en algunas escuelas de Cali, Colombia. En una ocasión, la profesora estaba trabajando una sesión sobre desarrollo socioemocional con sus estudiantes. Hacía mucho calor y había poca ventilación. Mientras la profesora intentaba dar unas instrucciones, algunos estudiantes de bachillerato que se encontraban cerca al salón de clases gritaban y jugaban con un balón. Sus gritos superaban la voz de la docente, quien se veía cada vez más sofocada y exasperada. De pronto paró de hablar y se dirigió a sus estudiantes diciéndoles: “Necesito un momento. Necesito calmarme o voy a hacer algo de lo que después me voy a arrepentir”. Cerró sus ojos y respiró profundamente. Después de unos segundos dijo: “Ya estoy lista para seguir”. Se asomó y les pidió a los estudiantes de bachillerato que hicieran silencio o jugaran en otro lugar.

Muchos educadores me han consultado de manera recurrente sobre cómo pueden hacer para que sus estudiantes aprendan a regular sus emociones. Coincido con la importancia del tema: la autorregulación emocional es una habilidad esencial que nos permite, por ejemplo, mantener la calma ante las situaciones más difíciles.

La autorregulación emocional no consiste en evitar o negar las emociones, incluso aquellas que consideramos incómodas como la ira, el miedo, la tristeza o la frustración. En cambio, implica aprender a identificar nuestras emociones y transitar nuestras experiencias emocionales de una manera constructiva inhibiendo impulsos que puedan hacer daño a otros, a nuestras relaciones o a nosotros mismos.

Este es un trabajo que puede llevarnos toda la vida, pero que es especialmente importante en la infancia y adolescencia, cuando nuestro cerebro está moldeándose y ajustándose de acuerdo con la información que recibe del entorno.

Acá presentamos cuatro ideas que pueden ayudarle a guiar este aprendizaje en sus estudiantes, sean de preescolar, primaria o secundaria.

1. No esperar lo imposible

Estar desregulados es parte natural del proceso de aprendizaje y crecimiento de un niño o adolescente, pues su cerebro todavía no está lo suficientemente maduro.

El neocórtex, que es la parte del cerebro encargada de darle sentido al mundo de forma racional, de resolver problemas, de planear, de reflexionar y de gestionar nuestros impulsos, se demora hasta nuestra segunda década de vida para terminarse de formar.

Sería entonces poco realista esperar encontrarnos con salones llenos de estudiantes que estén todo el tiempo en un estado de concentración y calma, y donde no haya peleas, quejas desbordadas, ni rabietas.

2. Abrir la puerta a las emociones

Uno de los primeros pasos para aprender a autorregularnos es identificar nuestras emociones. Para eso, debemos abrirles un espacio en el salón de clases: hablar de ellas (tanto de las nuestras como adultos como de las de los estudiantes), hacer pausas cuando sea necesario, respetar cuando los estudiantes necesitan un espacio para sentir.

Cada vez aceptamos más la idea de que la educación formal no debe referirse solamente al aprendizaje de conceptos y habilidades relacionadas directamente con las áreas académicas. El aprendizaje socioemocional ha ido ganando terreno porque cuando un niño o adolescente está en la escuela, está presente con su mente, sus emociones y su cuerpo.

3. Todo empieza por la regulación del adulto

Recordemos siempre que nosotros somos los adultos. Somos quienes deberíamos, por el estado de maduración de nuestro cerebro, tener una mayor capacidad para mantener la calma y acompañar efectivamente situaciones retadoras.

Si estamos desregulados, será difícil que podamos acompañar efectivamente a nuestros niños y jóvenes.

Si estamos desregulados, es probable que modelemos lo contrario a lo que queremos promover. Por ejemplo, es probable que recurramos a gritos desesperados, gestos de rechazo, amenazas o comentarios sarcásticos.

Por eso, la (para mí fastidiosa) frase que dice “la respuesta está en tu interior” cobra especial relevancia en la educación. Aprender a cuidar de nosotros mismos y trabajar en nuestro propio mundo emocional no es un acto egoísta. Es esencial para promover el sano desarrollo de nuestros estudiantes.

4. Modelar el proceso

La estrategia más poderosa para promover autorregulación en los niños y jóvenes que nos rodean es el modelamiento.

Podemos pedirles que nos ayuden a darnos cuenta de cuándo necesitamos gestionar nuestras emociones y decirles: “Tienes razón. Necesito un momento para calmarme”.

Podemos narrar en voz alta lo que está pasando en nosotros. Por ejemplo, describiendo nuestras sensaciones corporales y estrategias de autorregulación con frases como: “En este momento siento que mi cabeza está caliente y necesito hacer algo para tranquilizarme. Voy a asomarme en la ventana para que me entre aire fresco”

Esto es diferente a hacerlos responsables a ellos por nuestras emociones. Frases como “están insoportables y me hicieron enojar”, ponen la carga y el énfasis en el estudiante y no en nuestra propia experiencia emocional.

En el caso que empecé narrando al inicio de este artículo, la docente describió su experiencia emocional. Abrió la puerta a las emociones y mostró que hablar de ellas es normal. Al cerrar los ojos y respirar, modeló estrategias de gestión emocional de una forma significativa, que seguramente muchos de los niños, que la miraban atónitos, irían a recordar en otros momentos de sus vidas. Cuando estuvo más calmada, modeló otra habilidad esencial, la asertividad, pidiendo de forma firme pero respetuosa que la dejaran hacer su trabajo. 

Luego volvió a entrar al salón y continuó con la clase, que después de la lección magistral que les acababa de dar a los niños, ya no recuerdo de qué trató.

BIBLIOGRAFÍA

Brackett, M. (2019). Permission to feel: The power of emotional intelligence to achieve well-being and success. New York, NY: Celadon Books.

Dahl, R. E. (2001). Affect regulation, brain development, and behavioral/emotional health in adolescence. CNS spectrums, 6(1), 60-72.

Nelson, M. B., O'Neil, S. H., Wisnowski, J. L., Hart, D., Sawardekar, S., Rauh, V., ... & Peterson, B. S. (2019). Maturation of brain microstructure and metabolism associates with increased capacity for self-regulation during the transition from childhood to adolescence. Journal of Neuroscience, 39(42), 8362-8375.

Silkenbeumer, J. R., Schiller, E. M., & Kärtner, J. (2018). Co-and self-regulation of emotions in the preschool setting. Early Childhood Research Quarterly, 44, 72-81.